La rehabilitación logopédica tras un daño cerebral no se centra solo en recuperar funciones, sino en mejorar la calidad de vida del paciente y su entorno. El tratamiento combina técnicas de estimulación cognitiva, ejercicios de comunicación y estrategias de compensación, siempre adaptadas a las necesidades y ritmo de cada persona.
Los avances tras un ictus o lesión cerebral requieren constancia y un seguimiento profesional. La intervención logopédica no solo ayuda a recuperar capacidades, sino también a mantenerlas en el tiempo, favoreciendo la autonomía y la participación activa del paciente en su vida diaria.
Es un proceso terapéutico que busca recuperar o compensar las funciones del lenguaje, la comunicación, la deglución y la cognición afectadas por una lesión cerebral. Utilizamos técnicas específicas para favorecer la plasticidad cerebral y mejorar la autonomía del paciente.
La intervención logopédica debe iniciarse lo antes posible, idealmente en la fase aguda o subaguda, ya que los primeros meses son clave para la recuperación. Sin embargo, nunca es tarde para comenzar, ya que siempre se pueden lograr avances.
El logopeda trabaja en la rehabilitación de la afasia (dificultad para comunicarse), disartria (alteraciones en la articulación del habla), problemas de memoria y atención, y alteraciones en la deglución, entre otras secuelas frecuentes.
Sí, la rehabilitación es efectiva incluso en fases crónicas. Aunque el progreso puede ser más lento, con una intervención adecuada se pueden conseguir mejoras en la comunicación, la autonomía y la calidad de vida.