Gema Ramos Logopeda

Alimentación y disfagia

Una alimentación segura y adaptada

La disfagia no solo afecta a la nutrición, sino también a la calidad de vida del paciente y su familia. Con una intervención logopédica adecuada, es posible adaptar la dieta y aplicar técnicas que permiten comer y beber con mayor seguridad, evitando complicaciones y recuperando la confianza en la alimentación diaria.

El papel de la logopedia en la deglución

El tratamiento de la disfagia combina ejercicios de fortalecimiento orofacial, maniobras para facilitar el paso de los alimentos y educación sobre posturas y rutinas seguras durante la comida. El objetivo es prevenir riesgos y favorecer una deglución eficaz en cualquier etapa de la vida.

Es un trastorno de la deglución que dificulta o impide tragar alimentos, líquidos o incluso la propia saliva de manera segura. Puede provocar atragantamientos, tos frecuente o riesgo de neumonías por aspiración.

El logopeda evalúa el tipo de disfagia y diseña un plan terapéutico individualizado con ejercicios orofaciales, maniobras compensatorias y adaptaciones en la dieta para mejorar la eficacia y seguridad al tragar.

Aunque es frecuente en personas mayores, también puede aparecer tras un ictus, en enfermedades neurodegenerativas, como consecuencia de cirugías y tratamientos médicos e incluso en niños, como disfagia infantil.

La seguridad depende del grado de disfagia que presente el paciente. Generalmente, se recomienda adaptar la textura de los alimentos (triturados, espesados o gelificados) para reducir el riesgo de atragantamiento y facilitar la deglución.

Gema Ramos Logopeda
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